No sé si sabréis que dentro de poco cumplimos un año ya en la Puerta Negra, y desde que este milagro del universo tomó forma, mi vida rolera resucitó tras muchos años de sequía. Ya somos un buen puñado de jugadores, y cada uno con su edad concreta, situación laboral, gustos y experiencias. Entre ellos existe un culoduro de D&D con el que me descojono cada día (si, eres tu Sr. Rojo) que de cuando en cuando canturrea viejas canciones de Heavy Metal clásico (llamando clásico a aquel Heavy que nació a finales de los 70 y llegó casi hasta principios de los 90).
El caso es que el otro día me puse a rebuscar entre mi colección de discos a ver si encontraba algo de aquellos años, y caí en la cuenta de que ya no conservo todas aquellas viejas cintas de cassette (de cuando grabarlas era un proceso artesanal que te llevaba toda una tarde, marca CONTINENTE, con fixo en las plaquitas arrancadas para poderlas regrabar). Las cintas que solía llevar a toda leche en el walkman cuando empezaba a dejarme el pelo largo e iba camino del Parque de los Príncipes a jugar al MERP sentado en un banco, o tirado en el césped.
Como no encontré nada, me fui a goear y busqué en las playlists algunas canciones de Iron Maiden o Blind Guardian, y la melancolía me llegó cual patada voladora de Chuck Norris. Después pasé por Facebook y colgué una de las canciones con el siguiente estado:
«Para los que rondamos (por exceso o por defecto) los 30 tacos… ¿no os da la sensación de que hubo una época (calculo que a ppios. de los 90) en que los juegos de rol sonaban a Heavy Metal?»
Y de esto es de lo que quería hablar hoy, de la relación entre los juegos de Rol de Fantasía Épica y la música Heavy Metal. La verdad es que no me considero tan experto en el METAL como para sentar cátedra sobre el tema. Quizás me haría falta la asistencia de expertos como Jack Black (o habría que escribir una segunda parte del tema con la ayuda del Sr. Rojo).
Y es que alguna relación debe haber, aunque nadie se imagine a los proto-geeks como Gygax o Arneson escuchando a Black Sabbath. En cualquier caso, plantearé la cuestión lo mejor que pueda. En mi opinión, los juegos de Rol de corte fantástico/medieval y la música Heavy fueron en su momento dos fenómenos sociales y culturales muy cercanos que avanzaban de forma paralela para una generación (o varias) en la que podemos incluirnos aquellos que rondamos la treintena.
Cabría decir que tan solo viendo las portadas de los discos (los grandes vinilos de la época, dignos de enmarcarse) la relación entre ambos hitos de la cultura pop se hace visualmente patente, e icónicamente reconocible. Pongamos por ejemplo cualquier disco de ManoWar, famosos por sacar casi siempre en la portada a musculosos guerreros armados con espadas o hachas, lo que responde a un prototipo de «Barbaro» que identificamos con Conan. Es imposible encontrar esta estética en discos de música clásica, folk o jazz.
Entrar en esta clase de identificaciones implica que solo podré arañar levemente la superficie, ya que habría que hablar de la enorme influencia de la mitología nórdica y el ocultismo en el Heavy Metal (cosa que todavía perdura), influencias que igualmente comparten con la mayoría de los juegos de Rol. He aquí alguna de las primeras conclusiones que podemos obtener: El Heavy y el Rol nacieron casi al mismo tiempo, su target objetivo fue el mismo, y además tienen raíces comunes.
Otro asunto bien distinto es el de las letras y los temas tratados en las canciones. Ya desde principios de los 70 se encontraban temas de fantásticos en la música de gente como Led Zeppelin y Rush, aunque no pueda considerarse que sean bandas metaleras per se. En mi opinión la fusión entre la fantasía épica rolera y el Metal se hizo más patente con el alzamiento del Heavy Metal británico (Iron Maiden, Saxon, Judas Priest, Motörhead, Def Leppard o Venom), cosa que quizá sea por su origen europeo y el valor que supone tener un pasado histórico medieval que les marcase con una identidad propia.
En cualquier caso esto no ocurrió al principio, ni muchísimo menos. Hay una línea que marca un antes y un después en algún momento de los 80. Un momento en que los temas tradicionales del rock & roll como pueden ser los coches rápidos, las motos y el viento en la cara, la libertad, las drogas, el sexo y la delincuencia se tornaron en imaginería fantástica; y esto quizás se deba a ideas como “el desencanto” (cosa que luego explotó el Punk) o “la huida a paraísos artificiales”, y mundos imaginarios o paralelos.
Del mismo modo tenemos que valorar que fue precisamente en los años 80 (quizás por una feliz casualidad) cuando Dungeons & Dragons, el abuelo de los juegos de Rol, comenzó a crecer como fenómeno cultural, estando marcado casi desde sus inicios (al igual que el Metal) con un estigma un tanto outsider; y todo esto sin hablar de los comics de la época, o de la propia película “Heavy Metal” y su estética.
Sinceramente creo que luego todo vino de corrido. La influencia nórdica del Heavy llevó a sus autores directamente a la Espada y Brujería. Solo hay que pensar en Blind Guardian o en gente como Ronnie James Dio.
Hoy en día, tanto para los grupos heavys como para el rol en general, creo que esta relación se ha perdido. Aun así, debes de saber, oh príncipe, que antes de los años de Internet y las descargas, y la costumbre habitual de usar BSOs de películas y videojuegos, hubo una edad no soñada en la que las cassettes de heavy ambientaron nuestras partidas roleras, y las melenas cubrían nuestro cráneo como un manto azul entre las estrellas. Os aseguro que todavía quedan mesas de jugadores viejunos donde se tararean canciones del Number of the Beast.
Para finalizar os dejo un video y un par de enlaces de interés de la web viruete.com donde podréis ambientaros mejor sobre esta época de suma aventura:
– Jebi, Rolero, Soltero y Hetero